Estados Unidos:dar hasta que duela

El segundo hombre más rico del mundo, Warren Buffet, decidió donarle 31 mil millones de dólares al más rico de todos: Bill Gates. Así fortalecerán la fundación de Bill & Melisa Gates, que cuenta con 30.600 millones de dólares, dedicada a mejorar la educación y la salud. Un radiante Bill Gates aventuró que con semejantes fondos se encontrarán curas para las 20 principales enfermedades que flagelan a la humanidad. El traspaso de dineros de Buffet a Gates es para gasto inmediato. El millonario norteamericano exige que los 1.500 millones de dólares anuales que traspasará sean distribuidos el mismo año de recepción. Buffet, conocedor de los hábitos burocráticos de administradores amantes de retener dineros o de reinvertirlos, postergando a los desposeídos y sufrientes, puso como condición un activo plan de gastos.

El filántropo de 75 años, que goza de buena salud, señaló en relación a su desprendimiento que “hay más de una forma de ganarse el cielo, pero esta es una gran forma”. En un plano más terrenal está el decir que nadie se lleva su fortuna a la tumba. Andrew Carnegie, que amasó una enorme riqueza en la industria del acero en Estados Unidos en el siglo XIX, la donó antes de expirar. En dinero actual, su legado a las bibliotecas públicas de Estados Unidos y otros países fue de 4.100 millones de dólares y, además, Carnegie dejó una frase para el bronce para los multimillonarios que le seguirían: “El que muere rico, muere desgraciado”. A la mayoría de los muy adinerados esto no ha parecido quitarles el sueño. Otro gran filántropo norteamericano provino de la industria petrolera y fue John D. Rockefeller, que destinó 7.600 millones de dólares al bien público. Estos dineros contribuyeron a mejorar la investigación médica en universidades y fue clave para el desarrollo de la vacuna contra la fiebre amarilla.

Buffet hizo su fortuna a través del fondo de inversiones Berkshire Hathaway Inc., un nombre desconocido para muchos. Sin embargo, las empresas en que el fondo invirtió son emblemáticas: Coca-Cola, American Express y Disney. La mayoría de los chilenos tiene alguno de los productos de empresas controladas por el fondo en su baño. En el 2005, Buffett fue uno de los arquitectos de la fusión entre Gillette, de la cual es accionista principal, y Procter & Gamble (P&G). El negocio enriqueció sus arcas en unos 645 millones de dólares. No todos ganaron. Unos seis mil empleados de P&G, de una fuerza de trabajo de 140 mil, perderán sus empleos. Esto le ha valido críticas desde el mundo sindical. Buffet lo sabe y en una entrevista explicó: “El sistema de libre mercado no ha favorecido a los pobres”, e ironizó sobre los que han heredado riqueza y los llamó “socios del club del espermatozoide afortunado”.

La derecha católica tampoco tiene simpatía alguna por la vocación liberal de Buffet y Gates. El sacerdote Thomas J. Euteneuer, de Human Life Internacional, acusa a Buffet, que no es católico, de donar fondos a lo que considera una organización anticatólica como lo sería Catholics for a Free Choice (Católicos por la libre elección), un grupo que, a su juicio, mina las enseñanzas católicas sobre la santidad de la vida humana. En concreto, Euteneuer señala: “La Fundación Bill & Melinda Gates también ha donado millones de dólares a organizaciones que promueven el aborto alrededor del mundo. La fusión entre Gates y Buffet podría significar la condena para familias del mundo en desarrollo”. Uno de los aspectos que irrita a los críticos del sector clerical es el enfoque de la Fundación Gates que vincula el sida y la pobreza. Junto con buscar una cura para el mal, ha impulsado una campaña de conciencia pública, y con ese objetivo ha destinado miles de millones de dólares para el diseño de políticas públicas que no contemplan la abstención como una solución realista. El sida, que ya ha cobrado decenas de millones de vidas y promete apagar muchas más, requiere de enormes fortunas si han de encontrarse remedios que lo tornen en algo tan remoto como la fiebre amarilla. En este sentido, una fortuna tan cuantiosa como la que combinarán ambos milmillonarios, tiene posibilidades de contribuir a librar a la humanidad, y en especial a los más pobres de África, de un azote que amenaza con despoblar a varios países.

Administrar bien más de 60 mil millones de dólares para enfrentar retos tan complejos como los de la salud y la educación es una tarea titánica. Aunque lo ha negado, Buffet le habría exigido a Bill Gates que dejara su cargo ejecutivo en Microsoft para tomar el timón de la fundación. Quizás aquí está la explicación a la reciente renuncia de Gates y su anuncio de que dedicará el grueso de su tiempo a la fundación. Corresponde decir gracias a los filántropos Gates y Buffet; ojalá otros sigan vuestro ejemplo.

Raúl Sohr

posted by Tadeo Infante @ 12:48 AM,

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