Escuelas técnicas e industria

En ocasión del Tercer Congreso Pymes en Acción, cuyo tema central fue el papel de las pequeñas y medianas industrias como movilizadoras del desarrollo nacional, el ministro de Educación, Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, alentó las iniciativas que profundizan las relaciones entre el sistema de enseñanza y el mundo del trabajo en las empresas.

Destacó el funcionario el hecho de la certificación de calidad de 1300 escuelas técnicas y sugirió un uso parcialmente compartido de los talleres de esos establecimientos con las pymes en los horarios que ahora no se ocupan. También hizo referencia al beneficio de las escuelas técnicas que funcionan con un criterio de unidad productiva, como es el caso de los establecimientos agropecuarios.

Filmus recordó que las expectativas proyectadas sobre el campo de la enseñanza debían tener en cuenta los tiempos que requieren los procesos educativos para alcanzar el resultado previsto, nunca menores al mediano plazo. El ritmo de las innovaciones en la organización y funcionamiento del trabajo, en cambio, y la verificación de sus logros son notoriamente más ágiles. Esta diferencia es un dato que modera el juego integrado de las aspiraciones conjuntas de un sector y otro.

Es oportuno señalar, por nuestra parte, que el mundo de la educación y el laboral son distintos, ya sea por sus objetivos, por los valores que representan y por sus métodos de trabajo. Sin embargo, esto no impide que puedan compatibilizar perfectamente proyectos y propuestas.

La escuela técnica es fuente principal de personal calificado para el desarrollo del país. El éxito de esta modalidad de la enseñanza depende de un correcto planteamiento de los objetivos por cumplir, y de la manera como, a través de los estudios y de la práctica, el alumno adquiere la capacitación general que le permite comprender y obrar en procedimientos específicos de producción.

Esa unión de conocimientos científicos y destrezas en el uso de herramientas y máquinas componen la capacitación general que se adquiere en las escueolas de educación técnica. Luego sigue la preparación que demanda en forma concreta la industria, renovadora permanente de medios y modos de producción. Por ese motivo, las habilidades últimas para ejercer un trabajo se suelen aprender dentro de la empresa. Para que esto se pueda lograr, es indispensable contar con una formación general consistente y, además, flexible, que pueda adaptarse con rapidez a las innovaciones tecnológicas que incorpora en forma constante la dinámica productiva.

Las transformaciones de la industria en nuestra época han reclamado el empleo de nuevos materiales, la renovación de las máquinas y herramientas, la incorporación de complejos sistemas cibernéticos de coordinación y control, y la intervención de modernos medios de comunicación. Todo ha contribuido a definir nuevos perfiles de técnicos y otras exigencias de formación académica.

La escuela técnica, organización abierta, se halla en continuo intercambio con el entorno. Por ello debe estar siempre dispuesta a recibir las demandas del medio y a retornarle graduados de calidad. De ahí que haya sido muy oportuno el interés de la pequeña y mediana industria por estas escuelas y por estrechar relaciones con ellas.

posted by Tadeo Infante @ 10:39 PM,

0 Comments:

Post a Comment

<< Home